Islandia, la revolución silenciada

Foto: Daniel Burgui Iguzkiza
Entre todo el conglomerado de revoluciones políticas que vivimos actualmente en los países del mundo musulmán, otra revolución ha sido silenciada en Europa por quienes más perjudicados se verían si esta se generalizase. No es cosa nueva que los medio de comunicación, en concreto la televisión, muestra lo que ellos quieren que escuchemos y veamos, el resto, lo que en realidad debería importarnos, se nos oculta. Pues bien, en Islandia, el país con una de las democracias más antiguas de la historia y que según el FMI (Fondo Monetario Internacional) en 2008 era el país con mayor calidad de vida del mundo, está ahora en crisis total y está llevando a cabo un modelo político sin precedente, ejemplarizante y de futuro. La historia es la siguiente:


La Crisis:

· 2004-2007 - Desarrollo sin precedentes del país a la par que se va creando una burbuja financiera (introducción de capital electrónico y en calidad de préstamo, que llevará al endeudamiento).

· 2008-2009 - Los tres principales bancos del país se declaran en bancarota, la Bolsa se hunde un 70% y la moneda islandesa pierde más de la mitad de su valor; el resultado: QUIEBRA TOTAL.

· 2010 - Se dan las primeras movilizaciones ciudadanas frente al parlamento con oposición policial. Un manifestante cambia la bandera islandesa del parlamento por la de un supermercado (amarilla con un cerdo de logotipo). La policia tacha a los manifestantes de "terroristas". Por su lado, los manifestantes, cuando se topaban con la policia, les regalaban flores.

- El Reino Unido (país que más inversiones tenía en Islandia) aplica la ley antiterrorista en Islandia, congelando  los movimientos de sus bancos. Ponen a Islandia en la misma lista que Corea, Al-Qaeda o Sudan.

- El FMI entra en acción y deja la deuda externa de Islandia en nada más y nada menos que nueve veces su PIB (Producto Interior Bruto, o lo que es lo mismo, el valor monetario y de bienes del país).





- El pago del préstamo del FMI se haría a Reino Unido y Holanda y quien más presionó para ello fue Davíð Oddsson, la persona más poderosa de la isla, gobernador del Banco Central islandés,  primer ministro de 1991 a 2004, ministro de Exteriores y alcalde de Reikiavik durante casi diez años.

- En este contexto, los que ostentaban el poder empezaron ha llevar a cabo los trámites para entrar en la Unión Europea y a vender al pueblo islandés que esa era la solución a la crisis. Tras una gran presión popular, el primer ministro islandés se ve obligado a hacer un referéndum en el que el pueblo votase si estaba de acuerdo o no con pagar la deuda. El NO se hizo manifiesto y el proceso de integración a la UE quedó paralizado. Tras este varapalo, el primer ministro decide convocar elecciones y anuncia que no se presentará. El pueblo se manifiesta una vez más ante el parlamento presionando para que el gobierno dimita, lo cual termina sucediendo en los días siguientes en los que el ministro de comercio admite las responsabilidades y la colación de gobierno dimite por completo.

La Revolución:

Tras todo esto, se da el primer gobierno de izquierdas en la historia de Islandia y la socialdemócrata Jóhanna Sigurðardóttir toma el poder en coalición con los Verdes Izquierdistas. Su objetivo, una nueva constitución que "revise el préstamo de FMI y ayude a las familias, que busque nuevos métodos y cuya prioridad sea la reforma de la ley electoral a fin de crear un sistema de democracia directa". La primera ministra, lesbiana abiertamente declarada, ha conseguido que se apruebe el matrimonio homosexual en Islandia, siendo ya el sexto país europeo que lo hace. Otra de sus actuaciones ha sido la de no dejar impunes los delitos de los banqueros, pues a los directores de los bancos implicados los ha llevado a prisión y ha mandado una orden a la Interpol de búsqueda y captura para los fugados.

Por otro lado, en la capital del país, se crea un nuevo partido, The Best Party (El Mejor Partido), formado por músicos, cómicos y artistas del país. El candidato a la alcaldía por este partido, el cómico Jón Gnarr, se presenta ante los medios haciendo la oratoria aburrida y vacía de los políticos "normales". Indicaba que lo suyo era serio con un discurso algo rimbombante llamado "transparencia sostenible". En otras palabras prometiendo un programa transparente; con corrupción pero transparente. Dicho en otras palabras, un "partido broma". La cuestión es que ganan las elecciones por una enorme mayoría a los partidos tradicionales, poniendo en evidencia la falta de credibilidad de los políticos ante la ciudadanía.

Otra de los proyectos de este gobierno es impulsar una ley de protección de fuentes e informantes, muy relacionada con el tema Wikileaks. Este país se ha comprometido a cobijar a quienes sean buscados por sus gobiernos por desclasificar y denunciar actos ilegales de gobierno, lo que le ha llevado a que EE.UU. (el peor parado tras los vídeos de matanzas de civiles en Afganistán e Iraq) a amenazado a Islandia, un país que además no tiene ejercito.

Ahora y durante la presidencia de España de la Unión Europea, esta presiona e intenta acelerar la entrada de Islandia en la misma, para poder tomar cartas en el asunto, en un país que se torna demasiado poco capitalista y demasiado izquierdista para su gusto.

Y yo me pregunto: ¿acaso podría tener España un mejor ejemplo que Islandia?

Ahora nos toca a nosotros, es nuestra hora!

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